Del 12 al 17 de octubre de 2019 tuvo lugar la reunión anual de la Comisión Dominicana Internacional de Justicia y Paz en Casa per Ferie Enrico de Osso, Roma, Italia.
En el encuentro participamos miembros de la Familia Dominicana de Europa, Asia Pacífico, África, América del Norte, América Latina y El Caribe, Monjas, Laicos, Jóvenes.
Los trabajos dieron inicio en la tarde del sábado doce con la mayoría de promotores y promotoras de Justicia y Paz que ya habían llegado en horas de la mañana. Ya el domingo trece, a primeras horas, como momento de celebración comunitaria y familiar de nuestra fe tuvimos la Eucaristía presidida por el MOP, fray Gerard Timoner, quien enfatizó en la necesidad de ser agradecidos con quienes nos han conducido a Jesús y a Dios en el transcurso de nuestra vida.
Mi pensamiento al respecto fue que podemos aprender de aquel leproso a ser agradecidos–era el evangelio del día- pues él, al verse curado, se descubre lleno de gracia de Dios y fue movido en su interior para ir a darle las gracias a Jesús, quien al mismo tiempo reconoce en aquel hombre que gran parte de lo que contribuyó en la realización del milagro de su sanación había sido su fe.
En sintonía con la reflexión anterior siguió la oración de la mañana y tuvo como parte central el reconocimiento de testimonios proféticos y un agradecimiento a hermanas y hermanos que, ya no están entre nosotros, pero que, siguiendo los pasos y el testimonio de Jesús de Nazaret, fueron y son una inspiración para los miembros de la Comisión Dominicana Internacional de Justicia y Paz.
Después tuvimos la presentación de los informes sobre logros y retos identificados por los promotores y promotoras de Justicia y Paz en cada una de sus regiones. A cada informe le ha seguido un minuto de silencio, para escuchar los ecos de lo presentado; después, una serie de preguntas, comentarios y sugerencias para un mejor ejercicio de la tarea encomendada.
Posterior a los informes por regiones tuvimos la presentación de los resultados del Capítulo General de Vietnam a cargo de fray Mike Deeb; también la participación de fray Gerard Timoner, su visión y valoración sobre Justicia y Paz en la Orden. Curiosamente, ante de referirse al estado de Justicia y Paz en la Orden, el Maestro General habló de la promoción de vocaciones de todos los profesos hasta la muerte, puesto que debemos comenzar por reconocer que hay cosas que pasan entre nosotros que no ayudan a promover la vocación del otro hermano, y esta es una responsabilidad grande y grave que tenemos con nuestros prójimos. Aquí tenemos mucho trabajo por hacer ad intra, pues entre nosotros existen puntos de vista que son o que pueden llegar a ser contrarios a los valores del Evangelio –que es Buena Noticia- y eso es para escandalizarse. Nos debería decir algo el descubrir que miembros de Cristo hieren a otros miembros de Cristo. Por eso es importante tener en cuenta que el lenguaje que usamos debe ser del evangelio y no de un idioma distinto. Y aquí nos puede servir el pensamiento de nuestro hermano dominico Edward Schillebeeckx, quien hablaba de la importancia de las experiencias de contraste. Habrá que ver también dónde ponemos nuestra intención y atención. Justicia y Paz es un trabajo por el reconocimiento de lo divino que hay en toda persona; es un trabajo de esperanza, que en el fondo se convierte en un rechazo consciente a ponerle trabas a lo que Dios puede hacer entre nosotros.
Fray Gerard nos invitó a interiorizar las siguientes preguntas: ¿Cómo veo a la Orden de Predicadores en términos de Justicia y Paz? ¿Qué es lo que más me duele y me choca de esta Orden en términos de Justicia y Paz?
El diálogo sobre el Proceso Salamanca giró en torno a la pregunta: ¿Cómo llevarlo adelante?
Este momento fue importante pues, para algunos de los miembros de la comisión el tema les era completamente nuevo. Así que hubo sorpresas y momentos de diálogo “con pasión”.
Se habló de lo difícil que es echar a andar algo cuando no se lo conoce y por eso es común que se generen ciertas confusiones sobre este proceso. Por ejemplo, algunos entienden este proceso como algo solamente para los frailes; otros hablan de incluir a miembros de la familia dominicana y que además, no se entienda simplemente en perspectiva de una titulación, sino, un ejercicio que nos permita estar en constante movimiento, en proceso, en la búsqueda de la verdad y el misterio de Dios revelado desde las realidades que viven nuestros pueblos hoy. Por eso dijo varias veces que el Proyecto Salamanca es un proceso dinámico que nos tiene que permitir encontrar formas para la predicación
Después del tiempo dedicado a dialogar sobre el Proceso Salamanca, tuvimos la oportunidad de ir a visitar la tienda común de la Amazonía en Via della Concillianzione relacionada con el Sínodo en la región Panamazónica y una exposición sobre la vida y muerte de la Hermana Dorothy Stang en Casa Carmelitas – Via Sforza Pallavicini en la ciudad de Roma. Después estuvimos presentes en el diálogo centrado en el tema: Territorio Pan-Amazónico en la Iglesia de la Traspontina – Via della Concilliazione también en la ciudad de Roma.
Impactó el hecho de ver el Vaticano invadido de representantes de pueblos originarios y su conciencia de no estar aquí como invitados por Roma, sino como enviados de sus hermanos y hermanas desde sus pueblos de origen. El testimonio de esos mensajeros es una palabra que interpela a esta Comisión de Justicia y Paz de la Orden. Ellos son humildes, tienen convicción, hablan de lo que viven y conocen en el día a día, etc. Y a propósito de esto nos viene bien lo que decía Santa Teresa: no hablaré tanto de lo que no haya experimentado antes.
Tuvimos una presentación en torno a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible “adoptados por los líderes mundiales en 2015 para erradicar la pobreza y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible”. Se rumora que fueron impuestos y que fueron preparados por ejecutivos de la ONU en la base de Nueva York, ya que ni los gobiernos ni la sociedad civil fueron consultados previamente. Esos ODS son aplicados a todas las naciones.
Después hemos realizado un diálogo en torno a los ODS. ¿Cómo podemos involucrarnos como comisión de Justicia y la Paz? ¿Cómo iluminar? ¿Quién se atreve a hacer antropología, cristología y teología desde los ODS?
Plan de acción de los dos promotores internacionales de Justicia y Paz –Fray Mike Deeb (Promotor General de Justicia y Paz y Delegado en la ONU) y Sor Cecilia Espenilla (DSI-JPIC), con el mismo proceso aplicado a los otros promotores y promotoras hablaron de lo que han logrado en este año y de lo que identifican como retos a su trabajo en el contexto mundial, coincidiendo en que hay una urgente necesidad en la Orden de formar a sus miembros y entablar diálogos en torno a Justicia y Paz.
Es el momento en que los promotores y promotoras de Justicia y Paz, comienzan la elaboración de sus planes de acción por año más, discerniendo caminos por los que sea posible transitar en comunión en las distintas regiones, teniendo en cuenta que Justicia y Paz no es un tema que enamora a todos los miembros de la Orden. Se elaboraron los planes de trabajo y luego tuvimos la puesta en común, una serie de preguntas y sugerencias.
Así llegamos al final de este encuentro. Que la justicia y la paz un día se encuentren y se besen, y que provoquen así en nuestro espíritu, una nueva manera de entendernos en este extenso universo.
Fray Ricardo Guardado Flores OP
Promotor de Justicia y Paz, CIDALC
