Mensaje Provincial

Estimados hermanos y monjas de la Orden de Predicadores

 

Les saludos fraternalmente ya en la recta final del Capitulo General de Bien Hoa, Vietnam. Han sido días de intenso
trabajo, reflexión, discusión y de mirar en conjunto la Orden de manera más extensa con sus pro y contras. Esta complejidad vivida en la comunión, deberá tener siempre una sana tensión entre lo histórico, cultural de cada entidad. Somos la Orden, pero no iguales esto debe ser tomado siempre en cuenta en la sintonía que ofrece un Capitulo General.

Este mes fue una oportunidad de conocer la Provincia Vietnamita de la Reina de los Mártires y ser recibidos y
atendidos por una de las entidades más numerosas de la Orden, con futuro vocacional y retos enormes en esta parte del mundo que crece aceleradamente. La logística de los hermanos en los mínimos detalles y la atención de la familia
dominicana más extensa de la tierra (cien mil laicos dominicos) hizo que atendieran los tiempos, jornadas y
necesidades para el bien de los capitulares.

En otro orden de cosas, pude observar el cuido gubernamental en la salud, deporte, educación, tenacidad y
amabilidad del pueblo vietnamita. Así mismo, muchas situaciones de pobreza extrema y la globalización avasallante
en un continente preferentemente joven. La elección del nuevo Maestro, fray Gerard Timoner, tercer
Maestro no europeo en toda la historia de la Orden, puede ser una oportunidad para que el sucesor de la misión de
Santo Domingo vea la Orden desde otra tradición, mentalidad o visión, sobre todo, un asiático que manifieste
humanidad y compasión a las nuevas realidades y situaciones que la Orden enfrenta en las 102 naciones donde
ejerce el ministerio de la Palabra.

Agradezco las reacciones a las crónicas diarias que trataban de ser pequeñas y digeribles realizadas con un internet
insuficiente debido a la complejidad y extensidad del edificio que nos recibía. El Capítulo General fue también una ocasión de compartir experiencias y sensaciones de lo que observamos en la Orden y en su estructura, sobre su pertinencia o no en vistas al sigo XXI y bajo “signos rojos” de decadencia numérica. Hay un peligro o tendencias a encerrarnos o “restaurarnos” en cosas que son realmente banales para la toma del pulso del carisma en un mundo que nos presenta grandes desafíos para la misión y para la comprensión de un mundo que nos
predica a nosotros. Se pierde tiempo en un Capitulo cuando sólo nos vemos a sí mismos o cuando somos referencia
absoluta a una idea monolítica de nuestra tradición dominicana.

Particularmente, también me pareció poco satisfactorio la nula participación de las monjas, y la débil representatividad de la familia dominicana dentro de un Capítulo General donde la predicación en familia seria un signo de comunión importante. No obstante, las Actas deben ayudarnos a analizar el presente de la Orden en nuestra Provincia. Ellas deben ayudarnos a leernos a nosotros mismos, a la entidad y a los signos del
Reino como predicadores de la vida. Sin duda, cada comunidad en reunión comunitaria o capitular las podrá
comentar y aplicar en lo que corresponda para el bien de la vida común y apostólica. Efectivamente, esto preparará
nuestro próximo capitulo provincial de 2020.

Les deseo plena comunión en el carisma en este mes de agosto dedicado al Bienaventurado Domingo, pedirles animar en nuestras obras la campaña vocacional animada por fray Néstor Alvarado (promotor provincial) y orar por las nuevas vocaciones que se acercan. Esto es un don para todos, ¡hay jóvenes en nuestro caminar frutos de nuestra
predicación! Pero este don, nos compromete a todos y nos invita a apoyar a quienes acompañan este ministerio en la vida vocacional de las nuevos llamados. Recordar a Domingo en su tránsito hacia el cielo, me permite
recordar la intercesión de los buenos y santos como lo fue fray Bernardino Rodríguez, recientemente fallecido y a quien encomendamos nuestro caminar provincial, sobre todo, pidiéndole que desde el cielo ayude a las nuevas vocaciones, recordando que en vida colaboró afectiva y económicamente por sus donaciones.

El Capítulo nos ha invitado a tener una mirada jubilar hacia 2021 caminándonos hacia los 800 años del nacimiento de Domingo, como don de la Iglesia y don compasivo para la humanidad. Un abrazo fraterno a todos y a nuestras hermanas, que podamos en estos días de agosto vivir en verdadera comunión con la familia de Domingo, Fraternalmente,

Fr. Carlos Antonio Cáceres Pereira OP
Prior Provincial

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