Soy un Dominico, porque me siento impulsado a ir siempre en búsqueda de la Verdad

Soy un Dominico, porque me siento impulsado a ir siempre en búsqueda de la Verdad

Mi nombre es Ronald Anibal Fajardo Torres, nací en la Ciudad de Guatemala y conocí a la Orden de los Dominicos en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, lugar que regentan los Frailes en el mencionado lugar. Allí fui bautizado y por diversos motivos, me vi relacionado casi toda mi vida con los Frailes Dominicos. Sin embargo, aunque era parte de los grupos parroquiales, no había ahondado en la Vocación Dominicana, hasta que conocí a la Fraternidad Laical Santo Domingo de Guzmán, en la que pude aprender mucho más sobre la propuesta apostólica hecha por Nuestro Padre fundador, Santo Domingo.

Luego de haber tenido contacto directo con el carisma, pude conocer más sobre la forma de vida de los frailes. Fue entonces que me enamoré de la forma tan humana y sensible, pero al mismo espiritual, en que los Dominicos hacen presente a Cristo en el mundo. La oración, el estudio, la vida en comunidad y la predicación realizan una configuración de la persona y le permiten tener una sensibilidad con la humanidad doliente, para dar una respuesta compasiva y misericordiosa, conforme los signos de los tiempos, pero siempre haciendo presente a Dios y su amor.

Este tiempo que he compartido con muchos hermanos de diferentes nacionalidades, así como en las diversas pastorales que he desarrollado y las misiones que se me han encargado, me han permitido conocerme más y descubrir el rostro de Cristo, encarnado en todos los seres humanos.

Luego de estar inmerso en este proceso formativo, puedo decir que soy un Dominico, porque me siento impulsado a ir siempre en búsqueda de la Verdad, esa verdad que en primer lugar es Dios y que se manifiesta en mi ser y en la Verdad que puedo descubrir en el rostro de los hermanos. Soy un Dominico que cada día intenta configurar su vida al estilo de Santo Domingo de Guzmán, para ser un predicador del Amor y la Misericordia de Dios. Soy Dominico porque pienso que vale la pena, entregar la vida para la construcción del Reino de Dios y sembrar una semilla de esperanza en medio de las tinieblas que llenan el mundo.

Ronald Anibal Fajardo Torres.

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