Un llamado a la Solidaridad con los Adultos Mayores

Estimados hermanos y monjas de la Orden:

Con esta edición de nuestro informativo, presentamos la Campaña de solidaridad Provincial 2018, que ha sido elaborada por fray Cristóbal Gempp OP en colaboración de los Prenovicios y el equipo de la Curia Provincial, tal como dicen las Actas del Capítulo Provincial 2016, 137: “Se estimulará la inclusión de temas concernientes a la defensa de la vida y el cuidado de la creación en los proyectos comunitarios” sobre todo, en Colegios y Parroquias para concientizar, teniendo a San Martín de Porres como Patrono de la Justicia Social.

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Breve mirada sobre la situación sobre jubilaciones y servicios para el Adulto Mayor por país:

Guatemala

En Guatemala la cobertura de pensiones llega apenas a un cuarto de la población. Únicamente trabajadores con empleo formal o del Estado gozan de jubilaciones y servicios. Son tres los programas básicos: a) Invalidez, Vejez y Sobrevivencia (IVS), del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), b) Clases Pasivas Civiles del Estado (CPCE), c) Instituto de previsión Militar (IMP).

Las pensiones en muchas ocasiones son insignificantes y resultan insuficientes para garantizar una vida digna. Para recibir una pensión completa de parte del IGSS se debe haber contribuido durante veinte años al seguro. El Banco Mundial determinó que apenas un 17% de los adultos mayores en Guatemala reciben pensión de vejez, mientras el resto – sector de trabajadores informales, amas de casa etc. – se encuentra en situación de vulnerabilidad.

El Salvador

Las cotizaciones que se realizan para pensión son del 7.25 % de parte del trabajador, y el patrono aporta 7.75 %, para hacer un total del 15 %. La pensión que corresponde al pensionado se calcula dividiendo lo que tenemos ahorrado entre 20 años de expectativa de vida. Las mujeres, que ahora se jubilan a los 55 años mientras que los hombres a los 60 años. Cuando se acabe el ahorro mantiene la pensión y el dinero para ello saldrá de la Cuenta de Garantía Solidaria. La Cuenta de Garantía Solidaria consiste en la aportación de un 5 % del salario del trabajador, sirve para mantener la pensión aun cuando se haya terminado el ahorro del pensionado, y para pagar las pensiones mínimas y las pensiones del ISSS (Seguro Social) y del INPEP (Pensiones de empleados públicos), lo que le va a quitar una carga al Estado.

Honduras

A partir del año 2016, el sistema de pensiones en Honduras es liderado por el RAP (Régimen de Aportaciones Privadas).

Las condiciones bajo las que los empleados de las empresas afiliadas pueden retirar los fondos del RAP son: Para jubilación, se tomará como base la edad acordada por el IHSS: Mujeres -60 Años. Hombres-65 Años. Actualmente, el 60% de los empleados hondureños se encuentran afiliado al RAP.

Además, existen otros sistemas de cooperativismo y ahorro privados. Sin embargo, cabe destacar que algunos de estos regímenes (principalmente los del sector público) se encuentran económicamente limitados; un ejemplo de ello es el IMPREMA, que cerró, en el año 2017, con un déficit de 16.3 millones de Lempiras. El problema del país es la pobre cobertura: los sectores de trabajadores informales, campesinos, amas de casa etc. – se encuentran en situación de vulnerabilidad.

Nicaragua

Existe un sistema de pensiones por medio del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social llamado INSS. Trabajadores del sector privado o público se les descuenta un 6.25% y el patrón debe dar un 19%. Esto cubre atención médica y vejez. Para el sector informal hay una cuota voluntaria, pero no mucha gente contribuye por falta de conciencia, conocimiento, confianza y posibilidades.

El 19 de abril 2018 se desató una crisis en Nicaragua porque el gobierno de forma arbitraria decide aumentar esta cuota argumentando que el INSS está en crisis financiera. Esta situación desencadeno una protesta masiva, muertes y caos que se vive hasta el día de hoy.

Costa Rica

El Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) están al borde de la quiebra, esto debido a que su sistema de pensiones establecía garantías para todos, con múltiples beneficios que estaban muy por encima de lo que ofrecen los demás países centroamericanos, incluso para trabajadores informales. El número de adultos mayores aumentó significativamente los últimos años. Es evidente que el monto de las cotizaciones, la edad de retiro y el nivel de la pensión del IVM lo hacen financieramente inviable. Estamos a la espera de medidas definitivas para mejorar esta situación.

Panamá

Todas las mujeres de 55 años en adelante y los hombres mayores de 60 años, tienen derecho a una serie de privilegios, con solo presentar su cedula de identidad personal o con el carnet de jubilado y/o pensionado, tienen descuentos en actividades de entretenimiento (Cine, teatro etc.), transporte público, hoteles restaurantes, hospitales y clínicas privadas, farmacias, servicios médicos, servicios técnicos y profesionales, energía eléctrica, servicio telefónico, agua, etc. Además, existe el Programa Especial de Transferencia Económica a los Adultos Mayores que consiste en la entrega de 120.00 USD mensuales a las personas adultas mayores de 65 años o más sin Jubilación ni Pensión, en condiciones de riesgo social, vulnerabilidad, marginación o pobreza, y finalmente el Programa de la tercera edad de la Caja de Seguro Social que se subdivide en dos grandes pilares de atención: el Subprograma de la Tercera Edad y el de Atención Domiciliaria Integral (SADI). La población que trabaja en el sector informal no cuenta con ningún tipo de sistema pensionario como tal.

 JUZGAR

Los datos anteriores nos dicen que como centroamericanos, estamos acostumbrados a vernos como países jóvenes, pero esto va cambiar bastante rápido. Centroamérica se envejece a dos velocidades. Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua aún tienen margen para aprovechar lo que se conoce como bono demográfico; Costa Rica y Panamá se encuentran en la fase de agotamiento de este proceso; en los próximos quince años, la población centroamericana mayor de 65 años aumentará del seis por ciento actual al ocho por ciento. La más importante herramienta para promover la justicia social en las sociedades modernas es el régimen de seguridad social, mediante el cual se debe atender previsoramente las necesidades de las personas que no tengan posibilidades laborales, sea por incapacidad permanente o temporal, o por vejez.

En la mayoría de los casos, en Centroamérica, jubilación y Seguro Social sigue siendo un privilegio para pocos y las ayudas al Adulto Mayor son de tinte asistencialista muchas veces guiadas por intereses de segunda agenda de tipo partidario, electoral o demagógico. Con esto, nos planteamos la existencia de 2 escenarios o vías para enfrentar esta situación:

  1. Escenario neoliberal: Menos injerencia del Estado – máximo mercado libre

Una de las preocupaciones de un sistema que apuesta en primer lugar por la iniciativa privada es que los Adultos Mayores pueden seguir siendo económicamente activas y altamente productivas. Esta estrategia pretende que el Adulto Mayor contribuya al crecimiento económico por medio de su trabajo, busca minimizar la responsabilidad y el aporte social del Estado y espera que la problemática social se resuelva por medio de la libre circulación de bienes y servicios.

Este panorama no toma suficientemente en cuenta que por ley de naturaleza, la fuerza laboral disminuye con la edad, enfermedades y quebrantos de salud. En este caso se tendría que legislar cuál sería la edad indicada para que las personas mayores se puedan jubilar. En muchos países esta edad llega a los 65 años. Desde esta visión el Adulto Mayor es percibido como un peso para la sociedad lo que pone en riesgo el tipo de crecimiento y bienestar deseado. El sistema de prevención se mantiene a un mínimo o no se toca porque desde una intencionalidad inmediatista no se quiere afectar el flujo del dinero por medio de costos adicionales que causan las cuotas tanto para el trabajador como para el patrón. Temen que el envejecimiento de la población ocasionará una reducción de los ingresos laborales y el consumo, que, de no ser compensada con ingresos no provenientes del trabajo, como el ahorro, tendría efectos negativos en el bienestar económico.

  1. Sistema solidario: Estado garantiza y vela por Bienestar Social:

En esta visión, el Estado busca cumplir con la obligación de la justicia y la fraternidad, en una sociedad de personas dignas, libres y solidarias. A largo plazo busca la universalización de los seguros sociales para incrementar la solidaridad para proveer de una pensión básica también a las personas pobres adultas mayores. Cuando se finalice el bono demográfico habrá mayores presiones financieras sobre los sistemas de pensiones y de salud. En este sentido, se prevé que en Centroamérica el gasto en salud de las personas mayores respecto al gasto total se triplique en 2070 en Costa Rica, en tanto, en Nicaragua y Honduras se cuadruplicará.

Desde una mirada de fe

La Jornada de Solidaridad Provincial de este año tiene como trasfondo el tema de Cuidar la fragilidad,  mismo que el Papa Francisco plantea en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium. (cfr. 210) Nuestras obras dominicanas comprometidas con la predicación de la justicia, el cuido de la vida y de la creación, no pueden olvidar que tanto  la niñez como la vejez son etapas importantes de la vida que hay que acoger, dignificar y acompañar.

La Sagrada Escritura está llena de múltiples súplicas y gestos de los Adultos Mayores, traducidas en necesidades acuciantes o de su rica experiencia de sabiduría que transmiten en sus vivencias. La Palabra de Dios ofrece una multitud de personajes Bíblicos que en el momento de mayor fragilidad en la ancianidad, son intervenidos por Dios para renovar su esperanza: Sara, Abraham, Isabel, Simeón, entre otros.

En la mirada de la Orden de Predicadores, esta situación que clama al cielo, se convierte en una frontera o límite humano al que debemos dar respuesta como personas de fe, no solamente tener acciones de asistencialismo, sino ver las causas profundas que debemos comprender y abordar con inteligencia compasiva.

 ACTUAR

Para solucionar esta situación, las vías mencionadas anteriormente deben ser entremezcladas y mixtas. Es decir, una sana economía que cree oportunidades de trabajo para muchos y a la vez un sistema solidario y coherente de la administración de los recursos que son comunes:

  1. Generar empleo: es una vía trascendental para que las personas puedan ahorrar y aportar para que se sostenga económicamente un mecanismo que permita una jubilación para el Adulto Mayor. Sin embargo, la visión macro empresarial y la concentración de enormes recursos en pocas manos no favorecen que surjan empresas pequeñas y medianas. El sistema crediticio solamente funciona para los grandes empresarios. Agricultores desprotegidos abandonan sus Tierras o los venden y de esta forma aumentan la cantidad de personas que se ven obligadas de moverse en el sector laboral informal. Los campesinos carecen por completo de cualquier forma de asistencia financiera, técnica y social.
  2. Solidaridad con la población vulnerable: A mediano plazo no se va lograr integrar toda la población en estructuras laborales formales ni mucho menos. Para lograr apoyar a esta porción de la población se necesitan recursos que solamente se pueden obtener si se mejoran las estructuras: lucha contra la corrupción, fiscalización, manejo más equitativo de los recursos – con especial énfasis en los recursos naturales que son de la Nación como el agua y el subsuelo -, dejar los privilegios, atención a la pequeña y media empresa y a los campesinos por medio de programas de asistencia técnica y financiera.

 Reflexionemos…

  1. ¿Cómo podríamos transmitir el mensaje de la Jornada de Solidaridad Provincial en nuestras familias, colegios y parroquias?
  2. ¿Cómo promovemos la inclusión de los Adultos Mayores en nuestras instituciones?
  3. ¿Qué sabemos sobre el edadismo y cómo podríamos combatirlo?
  4. ¿Que acción podemos hacer a partir de esta Campaña de Solidaridad Provincial para conocer más a los adultos mayores de nuestro entorno y cuidar su fragilidad?

Con esto, deseo invitarles a profundizar en el tema y a reflexionar con los diversos grupos y comunidades en los que compartimos la misión apostólica. Con fines pedagógicos, enviamos un afiche y dos diseños para publicar o imprimir y para los lectores de las comunidades, el documento completo como fruto de la investigación de fray Cristóbal y su equipo.

En N.P Domingo y san Vicente Ferrer,

 

Fray Carlos Antonio Cáceres Pereira OP

Prior Provincial

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